En la misa de acción de gracias por la reapertura de la Santa
Iglesia Catedral de Alcalá de Henares -el 20 de febrero de 1999-, el entonces obispo complutense Mons. Manuel Ureña Pastor explicaba así el significado e importancia de la Catedral como sede episcopal:
LOS OBISPOS, REPRESENTANTES
DE CRISTO EN SUS DIÓCESIS “Los Obispos, sucesores de
los Apóstoles, gozan de la plenitud del sacerdocio ministerial de Jesucristo.
Son, por ello, los principales representantes del Señor en sus iglesias
particulares, haciendo a Aquél presente por medio de la palabra, los
sacramentos y del apacentamiento del rebaño”. EL OBISPO, PRINCIPIO DE
UNIDAD DE LA IGLESIA PARTICULAR “Los Obispos son el principio
y fundamento visible de unidad en sus iglesias particulares, formadas a imagen
de la Iglesia Universal”. LA CATEDRAL, SIGNO VISIBLE
DEL MAGISTERIO EPISCOPAL Y DE LA UNIDAD DE LOS FIELES “Siendo la Catedral el templo
diocesano en el que ha sido establecida la sede del Obispo, este templo se
convierte, en consonancia con su ser, en el signo visible del magisterio y de
la potestad del Pastor de la Iglesia particular, así como también en el signo
visible de la unidad de los creyentes en la fe que el Obispo anuncia como
Pastor de la grey”. LA CATEDRAL, CENTRO DE LA
VIDA LITÚRGICA, DOCTRINAL Y PASTORAL DE LA DIÓCESIS “La Iglesia Catedral debe ser
tenida como el centro de la vida litúrgica, doctrinal y pastoral de la
Diócesis; debe poder ser mostrada como ejemplo a las otras iglesias del
territorio diocesano; y debe ser considerada como la iglesia madre hacia la que
todos los fieles levantan la mirada para recibir la confirmación de su fe y de
su comunión con la Iglesia”.
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